La labor que se realiza en un biohuerto ayuda a fomentar la importancia de la conservación del suelo y sus especies naturales. Ayuda a producir productos libres de sustancias químicas.
Definición:
El trabajo en el biohuerto permite tomar conciencia de la importancia de la conservación y recuperación (dar vida) de un lugar que carece o perdió sus especies naturales. La creación misma del biohuerto significa dar vida o ampliar la vida de un ámbito que se llama escuela. Se contribuye a formar personas conscientes de que las especies de la Naturaleza no deben ser reducidas a simples medios de satisfacción de las necesidades humanas.
En el biohuerto, los niños aprenden a producir (sembrar, cultivar y cosechar) productos libres de pesticidad, abonos químicos, etc, dañinos para el medio ambiente y los consumidores, recurriendo a tecnologías limpias y naturales que contribuyan a mantener los ecosistemas sin empobrecer la tierra, logrando así un desarrollo sostenible de los mismos.
- El biohuerto está conformado por parcelas y espacios en los cuales se puede desarrollar una diversidad de sub-proyectos.
- Estos sub-proyectos están interrelacionados entre sí, y con las funciones que fomenta el biohuerto.
- El biohuerto es un todo, y en el biohuerto se reflejan todas las partes.
El Huerto Casero es una oportunidad para aprovechar espacios reducidos cuidando la biodiversidad.
La huerta casera es un aporte significativo a la alimentación de una familia. Esta forma de producción preserva la salud de todo el núcleo familiar al no utilizar productor tóxicos; brindarás además, alimentos de mayor calidad biológica y mejor sabor.
En el huerto casero, se desarrollan cultivos en espacios reducidos, lo que habla de carácter intensivo, pero no por ello se descuida el concepto de sustentabilidad que exige la producción orgánica. De esta forma, en una forma, en una misma huerta se producen distintos tipos de hortalizas, para aprovechar mejor el terreno, asociando cultivos vegetales con distintos fines y aumentando la biodiversidad propia de espacios naturales.
Cuando se emplea la palabra horticultura, se hace referencia a los cultivos hortícolas representados básicamente por hortalizas tales como vegetales de frutos, de hojas, raíces y tubérculos, legumbres, condimentos y plantas aromáticas, entre otros que componen los cultivos de la huerta casera.
Ubicación de la Huerta.
En qué debemos pensar antes de comenzar nuestro huerto:
- En diseñar un espacio que tenga el tamaño que vamos a ser capaces de mantener.
- Debemos considerar el tiempo que vamos a poder destinar a su cuidado.
- Hacerlo cerca de casa para facilitar el trabajo de recolección de las verduras y el de reciclar la basura orgánica.
- Buscar una ubicación con alta exposición solar. Las hortalizas tienen una alta demanda de luz,, entre 6 a 8 horas de sol para un crecimiento saludable. Es necesario conocer el recorrido del sol y la evolución de las sombras que rodean el lugar, para obtener un buen crecimiento vegetal. Sol en el invierno y semi sombra en el verano.
- Tiene que quedar cerca del riego.
- Se requiere un análisis de suelo para evitar problemas futuros.
- Conocer el perfil del terreno para identificar las caídas de agua o espacios en que ésta quede estancada.
- Evitar árboles cercanos a la huerta, por la sombra que pueden proyectar y la llegada de raíces que quiten nutrientes a las hortalizas plantadas.
- Crear un cerco de madera u otro material, o un cerco vivo como protección y aislamiento, éste último no debe tener un crecimiento importante para que no proyecte sombra al cultivo. El efecto protector de un cerco al reducir la velocidad del viento provoca una reducción en la pérdida de agua por transpiración de las plantas y por evaporación. Funciona además como control biológico de plagas.
- Dejar un sector sombreado para el reciclado de materia orgánica.
La Huerta y su Construcción.
- Una vez decidido la ubicación y el tamaño de la huerta, comenzamos con la construcción del cerco, que dará protección a los cultivos y evitará la entrada de niños pequeños y mascotas. Si se decide por un cerco vivo, es el momento de hacer su plantación.
- Después de definir el cerco, tenemos que marcar los surcos para cultivo utilizando una cuerda y estacas; éstos deben ser ubicados de norte a sur, para aprovechar el sol en toda su trayectoria y evitar las sombras entre plantas.
- El ancho de los surcos varía entre 1,0 y 1,20 metros de ancho para poder acceder fácilmente al centro sin tener que pisarlos. El largo depende del terreno disponible. Se debe aprovechar al máximo el espacio, dejando pasillos sólo de tamaño suficiente para transitar cómodamente con la carretilla (50 a 60 cm. de ancho)
- Una vez marcados los límites, tenemos que limpiar de malezas toda la superficie a usar. Si el suelo está muy seco será necesario regar con un poco de anticipación, ya que se debe trabajar con suelo húmedo pero no barroso. Las piedras deben ser retiradas.
- Una vez preparado el suelo sembraremos nuestras hortalizas. El objetivo principal es mejorar sus condiciones físicas, químicas y biológicas en beneficio de los cultivos.
- El abono orgánico es un elemento indispensable en el huerto, porque con él le devolvemos a la tierra los nutrientes que extraen de las plantas. El abono orgánico puede ser utilizado en los surcos y para la elaboración de semilleros.
Fuente: Biohuertos. Agricultura Ecológica. autor: Mijail Rimache Artica.
y la conclusión :(
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